FUERA DE JUEGO: ROBERTO BUGALLO
El Presidente de All Boys no se achica y ya piensa en lo que viene. Sueña con ver a su equipo en lo más alto del fútbol argentino y en poder cumplirles el deseo a todos sus hinchas: "Yo también quiero poder jugar en la Bombonera".
Si algo le gusta a Roberto Bugallo es provocar. No es de esos personajes que pasan desapercibidos. Sus camisas Armani, que usa en canchas de fútbol donde muchas veces no hay agua caliente, y su bronceado veraniego todo el año, definen su personalidad. Con esos detalles se tuvo que adaptar a un medio que no le era para nada familiar. "Yo siempre fui ejecutivo y pocas veces me imaginé como directivo de fútbol", se justifica. Sin embargo, en el año 2000 se hizo cargo de All Boys, un club en quiebra y al borde del colapso y hoy, ocho años después, lo puso de pie y va por más.
-¿Te imaginabas siendo campeón con All Boys?
-Lo soñaba. Cuando decidí hacerme cargo del club no sabía por dónde empezar. No había plata en la caja, teníamos varios pedidos de quiebra y la Infantería no nos dejaba ingresar. Por suerte de a poco dimos vuelta la historia, pero sólo los que estuvimos desde el comienzo sabemos lo que tuvimos que luchar.
-¿Qué fue lo más difícil en aquel momento?
-Lo primero fue convencer a la gente de que yo no venía a quedarme con el club. A mí no me interesan los gerenciamientos. Defiendo a los clubes sociales, creo que son la mejor opción.
-Pero All Boys parece un club unipersonal.
-No, eso jamás. Yo trabajo en grupo. Por ejemplo, la Subcomisión de Fútbol fue importante en este ascenso. Trovato, Parodi y Azofra me convencieron más de una vez para traer a un jugador que a mí no me gustaba. Y ni hablar de Francisco Capellano, Diego Desanzo o Catapano, que me acompañan desde el comienzo de mi gestión. Les debo mucho.
-¿Qué te falta para darte por satisfecho?
-Sólo un escalón, y si Dios quiere, pronto lo subiremos. Porque estoy convencido de que el año que viene voy a llevar a All Boys a Primera. Y no es una broma, es una realidad. Este club lo merece, por historia y por convocatoria. Cuando logre eso me voy a mi casa y dejo que los que me criticaban manejen el club.
-¿Te vas a tu casa o a la presidencia de Racing?
-Ese es un tema terminado. Es cierto que en algún momento se habló y estuvimos cerca, pero hoy no hay ninguna chance de que esa oportunidad se reflote. Mi vida pasa por All Boys y que a Racing lo arreglen los que están, que seguramente sabrán cómo hacerlo.
Es admirador de los nuevos dirigentes, de esa nueva camada que ve en los clubes algo más que un lugar donde se practica fútbol, y tiene una gran relación con Julio Grondona, a quien define como un "dirigente ejemplar y un adelantado".
-¿El presidente de la AFA escucha a los clubes de Primera B?
-Julio siempre está al lado de todos los clubes. Y en lo que respecta a nosotros supimos construir una gran relación. Trabajamos juntos para que el fútbol del Ascenso crezca y él sabe que en All Boys va a encontrar siempre a un club dispuesto a sentarse a dialogar.
-¿Cómo te imaginás al club cuando en el 2010 finalice tu primera década de presidencia?
-El gran desafío de este quinto período se va a dividir claramente en dos caminos. El deportivo, que ya te dije vamos a festejar con el ascenso a Primera, y el institucional. Quiero que All Boys se integre al barrio. Tenemos que recuperar el club para la sociedad, que los pibes vengan a jugar y los padres sepan que pueden confiar en nosotros. All Boys está ubicado en un lugar central de la ciudad y hay que explotar eso. Fijate Vélez o Lanús, ésos son los caminos a seguir. Los dos lograron ser campeones en Primera sin descuidar la parte social. ¿Por qué All Boys no los puede imitar?
-¿Y quién va a ser el líder de ese All Boys de Primera?
-El Chino Zárate, ja. Se muere por jugar en la A... Que se quede y nos saque campeón del Nacional.
-¿Te imaginabas siendo campeón con All Boys?
-Lo soñaba. Cuando decidí hacerme cargo del club no sabía por dónde empezar. No había plata en la caja, teníamos varios pedidos de quiebra y la Infantería no nos dejaba ingresar. Por suerte de a poco dimos vuelta la historia, pero sólo los que estuvimos desde el comienzo sabemos lo que tuvimos que luchar.
-¿Qué fue lo más difícil en aquel momento?
-Lo primero fue convencer a la gente de que yo no venía a quedarme con el club. A mí no me interesan los gerenciamientos. Defiendo a los clubes sociales, creo que son la mejor opción.
-Pero All Boys parece un club unipersonal.
-No, eso jamás. Yo trabajo en grupo. Por ejemplo, la Subcomisión de Fútbol fue importante en este ascenso. Trovato, Parodi y Azofra me convencieron más de una vez para traer a un jugador que a mí no me gustaba. Y ni hablar de Francisco Capellano, Diego Desanzo o Catapano, que me acompañan desde el comienzo de mi gestión. Les debo mucho.
-¿Qué te falta para darte por satisfecho?
-Sólo un escalón, y si Dios quiere, pronto lo subiremos. Porque estoy convencido de que el año que viene voy a llevar a All Boys a Primera. Y no es una broma, es una realidad. Este club lo merece, por historia y por convocatoria. Cuando logre eso me voy a mi casa y dejo que los que me criticaban manejen el club.
-¿Te vas a tu casa o a la presidencia de Racing?
-Ese es un tema terminado. Es cierto que en algún momento se habló y estuvimos cerca, pero hoy no hay ninguna chance de que esa oportunidad se reflote. Mi vida pasa por All Boys y que a Racing lo arreglen los que están, que seguramente sabrán cómo hacerlo.
Es admirador de los nuevos dirigentes, de esa nueva camada que ve en los clubes algo más que un lugar donde se practica fútbol, y tiene una gran relación con Julio Grondona, a quien define como un "dirigente ejemplar y un adelantado".
-¿El presidente de la AFA escucha a los clubes de Primera B?
-Julio siempre está al lado de todos los clubes. Y en lo que respecta a nosotros supimos construir una gran relación. Trabajamos juntos para que el fútbol del Ascenso crezca y él sabe que en All Boys va a encontrar siempre a un club dispuesto a sentarse a dialogar.
-¿Cómo te imaginás al club cuando en el 2010 finalice tu primera década de presidencia?
-El gran desafío de este quinto período se va a dividir claramente en dos caminos. El deportivo, que ya te dije vamos a festejar con el ascenso a Primera, y el institucional. Quiero que All Boys se integre al barrio. Tenemos que recuperar el club para la sociedad, que los pibes vengan a jugar y los padres sepan que pueden confiar en nosotros. All Boys está ubicado en un lugar central de la ciudad y hay que explotar eso. Fijate Vélez o Lanús, ésos son los caminos a seguir. Los dos lograron ser campeones en Primera sin descuidar la parte social. ¿Por qué All Boys no los puede imitar?
-¿Y quién va a ser el líder de ese All Boys de Primera?
-El Chino Zárate, ja. Se muere por jugar en la A... Que se quede y nos saque campeón del Nacional.
Por Sebastian Sanchi
Link a la nota: Diario Olé
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