miércoles, mayo 07, 2008

38º Fecha All Boys 2 vs Atlanta 0 - DALE CAMPEON ! ! ! ! ! ! !


Fiesta Floresta

El Albo gritó campeón, ascendió a la B Nacional, y Olé vivió bien de cerca la consagración: uno de los días más felices de su historia.




"Se mueve para acá, se mueve para allá...", la canción suena y lo que pasa es real. Lo que se mueve es el descapotable del Albo. Hay que bajar a esos 200 hinchas que quieren saltar con sus ídolos porque el micro no aguanta. Pero no es el micro, amigo. Son los corazones los que desbordan de felicidad. Es el barrio que estalla en un grito único: campeón. Para que lo escuchen en Floresta pero también en el mundo entero. All Boys ya está en la B Nacional. Y la fiesta no se detiene: "De la mano de Rober, la vuelta vamo' a dar y hasta Primera, no vamo' a parar", cantan los jugadores y Bugallo, el Rober, el presidente que era de Racing pero se hizo del Albo, llora como un nene. Como lloran esos nenes que acompañan la caravana del triunfo, junto a sus padres y sus abuelos. Porque es la familia de Floresta la que va por Beiró a paso de hombre pidiéndole a Dios que este martes no se termine nunca. Pero nunca más.
La fiesta, en realidad, había arrancado tempranito. A las 11, cuando el plantel salió del Torre Hotel, en Chacarita, un grupo grande de hinchas le hizo el aguante. Y el viaje hacia Platense fue una celebración por anticipado, con los bombos sonando y Fayart cebando mate. Era el espíritu de un equipo que se sabía campeón. Y que trasladó ese sentimiento a la cancha. Por eso no extrañó el triunfo (el partido se suspendió a los 40' del ST). Y no hubo vuelta por la polémica medida de jugar en el Ascenso sin público visitante. Pero qué importaba en ese momento. Era mirarlo a Pepe Romero abrazarse a todos los que creyeron en él. Porque cuando lo subieron de Inferiores, sobre el final de la 06/07, decían que era un interinato, pero su laburo le dio al Albo una identidad. Confirmado y ya con Aníbal Biggieri de ayudante, armó un equipo invencible. Entendió que la temporada anterior no coronó porque faltaba experiencia y trajo al Chino Zárate, al Cabezón Sánchez y a Nico Cambiasso para reforzar ese ítem. Que sumados a Solchaga, Madeo y Fayart terminaron siendo la columna vertebral del campeón, una base que potenció a pibes como Stefanatto, Panceri y Scamporrino. Y la orden de jugar por abajo fue una religión que se cumplió a rajatabla. Y el Albo, entonces, fue un campeón lujoso. Que quería dar la vuelta contra Atlanta para vengar la que sufrió en la cara el 5/6/04, cuando el Bohemio del Tano Pasini ya había ganado el Clausura y aunque perdió el partido, le festejó en la cancha. Y el día llegó. Y el desahogo también. Por eso la fiesta grande. En el vestuario primero, con los jugadores desnudos rodeando a la cronista de C5N al grito "que la rubia baile en tanga para la banda". Con Cambiasso liderando la batucada, los pibes mojando a todos y Allende y el Facha Bartelt, otro que volvió para ser campeón, desencajados.
Pero hay que irse del vestuario porque en Floresta esperan 15.000 hinchas. Y entonces todos al micro con la camiseta de la consagración. Hay que ir primero hasta la plaza de Devoto, para subir al descapotable, ése que sólo usaron Boca y San Lorenzo y ahora espera pintado con los colores de All Boys. Pero el rumor ya corrió y muchos hinchas no pueden aguantar en Chivilcoy y Mercedes. Entonces, hay 2.000 en Devoto. Entre los que está Solchaga, rehabilitándose de su rotura de ligamentos. Y el plantel canta "los goles de Solchaga que ya van a venir". Y 200 se suben al micro y "bájense, muchachos, que así no se puede seguir". Y bajan, claro, pero hay que cortar Beiró porque ésta es la marcha de la alegría, el piquete de la abundancia, como diría Cristina, pero de la abundancia de felicidad. Y se va a paso de hombre y de cada casa sale alguien a saludar. Es un barrio que se embanderó con el Albo. Y cuando el micro llega a casa, la fiesta es completa. Porque hay vuelta olímpica, la multitud no para de cantar y saltar y los fuegos artificiales iluminan la ciudad. Y la noche se va cerrando pero nadie se quiere ir. Porque All Boys es campeón, carajo. Y la felicidad es este instante, que durará por toda la eternidad.


Nota de SEBASTIAN SANCHI | ssanchi@ole.com.ar
Link a la nota: Diario Olé

Video:
Resumen de TyC

No hay comentarios.: